Ayer me fuí a pasear después del trabajo, a recorrer los caminos cercanos a la masía donde viví durante dos años, a perderme en la soledad y el silencio de la Naturaleza. Eso me hace sentirme yo misma, libre, segura, en mi elemento.
Conozco muy bien esos montes. A pesar de los recuerdos fracturados y paranoicos que podría traerme a la memoria ese paisaje, sólo me trae el aire limpio saturado de verde, el silencio preñado de pájaros, la paz fresca del agua, la integración total.
Hice unas cuantas fotografías, que os invito a ver en el
fotoblog , aunque sin duda ni siquiera esos instantes cazados al vuelo por la máquina pueden captar toda la esencia de lo que hace que mi sangre corra más ligera y llena de vida cuando estoy allí.
En el camino tuve un ligero percance. Puse en serios apuros a un buen amigo, pero logré sacarlo no sin dificultad y una buena dosis de pánico, porque primero creí que se quedaba allí, y después que se ponía cabeza abajo. En la foto en primer plano, el apuro; al fondo, el amigo, ya fuera de peligro ;)
Imagen: Moonsa02:35 p.m. Escuchando: Muse - "Time is running out"