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Desde la azotea de una polifacética ligeramente pirada...

Decisiones (Parte I)

Decisiones (Parte I) Se detiene en cada recodo, prudente, escuchando cada crujido de la madera, cada caricia del viento en las ventanas, cada motor ronroneando lejano desde la calle, cada gota errabunda que desacompasada cae en algún lavabo.
La oscuridad se le pega a la camisa como el sudor del pánico, fría y desagradable, aprisionándole con las vendas de la duda, ralentizando sus pasos, que apenas resuenan sobre las baldosas. Es tan liviana ahora.
No puede, ni quiere, recordar los días que lleva sin probar bocado, tumbada en la cama de su habitación, un pequeño estudio en un ático que se ha convertido en un lujo que no puede permitirse.
Sólo recuerda la lluvia en las ventanas, como un torrente de llanto, desesperado, frío y azul, que al día siguiente se convertiría en un cuadro abstracto que ella podría haber llamado “Manchas pardas sobre cristal”. Sonríe. La lluvia y los libros desparramados sobre la cama, invitándola en susurros, compitiendo discretos por ganar su atención.
Pero su ánimo vagaba lejos de aquellas cuatro paredes que se le habían quedado estrechas, que se habían convertido en la cárcel cotidiana de su propio tedio, en un símbolo de su incipiente locura.
No quiere pensar en eso. Y no lo hará. Tiene que concentrarse en cada uno de los pasos, en cada una de las rayas del suelo, en cada una de las sombras de los esqueletos mecánicos inanimados que aún quedan en el edificio.
Una música suave, amortiguada por la barrera de alguna puerta, se acerca a ella ondulante, abrazándola como el humo de un narcótico, con la leve consistencia de una brisa.
¿Música?
No es posible, se dice a sí misma, intentando conservar la serenidad, no es posible que esa música sea real, aquí no hay nadie. No hay nadie excepto ella.
O al menos eso creía cuando entró.
Parapetada tras un archivador y una marchita planta tropical, que se hacen compañía en las sombras, se queda muy quieta, pensando. La oscuridad le parece algo casi sólido, y el sudor de sus manos es real, muy real, está muerta de miedo.
En pocos segundos está enfadada, consigo misma. Si está aquí es para hacer algo importante, si está aquí es para dar un paso que ha preparado en su mente y ha entretejido en sus sueños, de noche y de día, las tres últimas semanas. Así que no va a echarse atrás ahora por el eco de una música inverosímil que llega de algún lugar donde no puede haber nadie.
Hace días que se fueron todos. Algunos cabizbajos y preocupados, porque no sabían muy bien adonde ir. Otros con cierta alegría reprimida, respirando liberación, sin importarles demasiado lo que pudiera venir después.
Unos pocos aseguraban haber estado presentes cuando dos policías de paisano y una mujer que probablemente era una psiquiatra se llevaron al director.
Un par de días más tarde vinieron las furgonetas a llevarse ordenadores, impresoras, incluso algunas mesas, las mejores y más nuevas. Rescatados del desastre algunos muebles y máquinas viejos permanecían allí, testigos mudos de la estrepitosa caída de un gigantesco castillo de naipes. Aquí una máquina de escribir vieja, que no marcaba las “z”, allá una nevera que hacía tiempo había pasado a la categoría de armario auxiliar, archivadores de metal mostrando los arañazos plateados que el tiempo había hendido en su pintura gris.
No hay luz. Pero ella se mueve con soltura allí dentro.
La música sigue sonando, sin variar de intensidad, parece una de esas largas e hipnotizadoras melodías relajantes.
Pero más bien la está poniendo nerviosa, al menos en estas circunstancias.
Mete la mano derecha en el bolsillo de su pantalón, y toca la llavecita como si fuese un talismán. Es menuda y fría, pero en aquel momento le parece lo más vivo y tangible que puede encontrar a su alrededor. En la izquierda lleva un abrecartas de metal de afilada punta.
La música procede de lo que en su día fue una salita de espera para las visitas.
Sonríe de nuevo. No es un momento muy oportuno para las visitas...y aún menos para la clase de visitantes que podían presentarse en un edificio de oficinas de dos pisos que se ha quedado sin ocupantes hace semanas y cuando son más de las diez de la noche.
Se decide.
Abandona toda cautela, avanza con paso firme hacia la puerta cerrada, y la abre.
La poca claridad que entra desde la calle por la ventana la desconcierta, y guiña los ojos varias veces para acostumbrarse a esta nueva penumbra que inesperadamente sustituye a la negrura anterior.
Tarda en darse cuenta de lo que esta viendo en realidad, porque primero distingue una forma que no debería estar allí, pero todos los contornos están desdibujados, el juego de luz y sombra los diluye y envía mentiras fugaces a su retina.
Poco a poco el cuadro se va convirtiendo en una imagen completa. Es una mujer, y muy probablemente está muerta.
(continuará...)

Imagen: "Sound mind" Firesong

01:48 a.m. Escuchando: Massive Attack - "Inertia Creeps"

13 comentarios

elMelómano -

Moonsa, ¡eres toda una escritora! Eres más guapa que "La Moonsa Lisa". ¡Sonríe!

Turandot -

Y el segundoooo??? Grrr que me devuelvan el dinero ahora mismooo!!! XDD
Es injusto, una llega aqui haciéndosele la boca agua! snifs snifssss :p
Aprovecho para dejar un besote de na nit ;))

odyseo -

Gracias por tu visita y comentario.

La Peor de Todas -

Muy bueno tu relato y excelente la música con la cual lo acompañaste ;)

Moonsa -

Que me ponéis coloraaaada y aquí no tengo un iconito para eso! :D
Gracias a todos por leerme, gracias a todos por vuestros comentarios que me han puesto toda boba :D
Besos :***

Turandot -

:o Déu meu, se podía sentir el desasosiego y el hastío de la prota... es curioso que ella capte la realidad como un cuadro, y nosotros lo hagamos con tus textos también.
Como disfruto leyéndote!
(`-´)/

lua -

lua se destroza las manos aplaudiendo :)

Que peazo de escritora estás hecha!!!

Dark kisses

Manel -

Y...y...y...
To be continued...

Hija de la Luna -

Ains, ese continuará del final... nos has dejado con la intriga! Madre mía, que bien escribes! (yo tb tenía ganas de decirlo ;) )
Espero impaciente la segunda entrega, un besote!

Lyzzie -

Plas plas plas (son palmas ;p). Tus relatos se están convirtiendo en una adicción literaria ;p!! Un beso guapísima!

not a pretty girl -

atrapa-trapa el interés, me ha gustado mucho ;)

Marta -

Ains, que bonito. Relatas de una manera espléndida, consigues que nos metamos dentro de la historia, desde la primera línea. Me gusta :)
Besos!

odyseo -

Bonito relato. Felicitaciones. Un saludo.