Ira
La ira es una intrusa explosiva que suele causar más daños en el que la siente, que en el que la recibe. A mi cuando estalla en pedazos desde mi garganta, me crea de inmediato un efecto implosivo que puede durar horas, incluso días, y que va despedazándome por dentro hasta que consigue hacer de mi alma un polvillo cristalino que se me clava en el vientre para hacerme llorar lágrimas de impotencia.
Tengo buenos sistemas de seguridad para impedir que entre en mi vida, pero hay seres sumamente hábiles que son capaces de atravesar todas las barreras y encender la mecha para una nueva y violenta explosión dentro de mi.
A esos salteadores de paciencias la metralla apenas si les roza. Es en mis carnes donde se incrusta, ardiendo, gritándome orgullosa que otra vez me ha vencido.
Aún me está quemando, y la explosión fue hace horas. Otra vez seres perezosos y aprovechados, que sueñan la vida porque vivirla les da miedo, que no han luchado nunca, y se te acercan por detrás para robarte la cartera de tus batallas ganadas, de tus pequeños triunfos paridos con dolor y crecidos entre las piedras, casi sin sol ni agua. Esos seres intervencionistas, enterados, histriónicos y mentirosos, a veces consiguen desactivar mi complejo sistema de alarmas, y la ira entra, centrífuga, veloz y caliente, relamiéndose por el festín que va a darse conmigo.
Aún me duele, mientras peleo con ella a muerte porque intenta que sus hermanos, la rabia y el odio, entren por las ventanas de mi vulnerabilidad y acaben con mi autoestima y con todo asomo de buenas intenciones.
Voy a intentar ignorarlos, y a lamerme las heridas. Buenas noches
02:28 a.m. Escuchando: la implosión que avanza por mis venas como lava....
Tengo buenos sistemas de seguridad para impedir que entre en mi vida, pero hay seres sumamente hábiles que son capaces de atravesar todas las barreras y encender la mecha para una nueva y violenta explosión dentro de mi.
A esos salteadores de paciencias la metralla apenas si les roza. Es en mis carnes donde se incrusta, ardiendo, gritándome orgullosa que otra vez me ha vencido.
Aún me está quemando, y la explosión fue hace horas. Otra vez seres perezosos y aprovechados, que sueñan la vida porque vivirla les da miedo, que no han luchado nunca, y se te acercan por detrás para robarte la cartera de tus batallas ganadas, de tus pequeños triunfos paridos con dolor y crecidos entre las piedras, casi sin sol ni agua. Esos seres intervencionistas, enterados, histriónicos y mentirosos, a veces consiguen desactivar mi complejo sistema de alarmas, y la ira entra, centrífuga, veloz y caliente, relamiéndose por el festín que va a darse conmigo.
Aún me duele, mientras peleo con ella a muerte porque intenta que sus hermanos, la rabia y el odio, entren por las ventanas de mi vulnerabilidad y acaben con mi autoestima y con todo asomo de buenas intenciones.
Voy a intentar ignorarlos, y a lamerme las heridas. Buenas noches
02:28 a.m. Escuchando: la implosión que avanza por mis venas como lava....
8 comentarios
Brisa -
Moonsa -
Lyzzie -
Ike Janacek -
Ojalá aprovechasen así este sentimiento otras personas. Piensa que al menos transformaste la ira en un texto memorable, repleto de frases geniales, en vez de descargarla sobre alguien.
guasabi -
Turandot -
Miramar -
Hoy, cuando lo leas, ya estará olvidada. Que buena terapia es el poco valorado "olvido".
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Evilchristian -