Tinta sobre tiempo II

Así que se sentó en el patio de Conchi y desplegó todo el material sobre una mesa blanca de jardín, para decidir cual sería su punto de partida.
Después de casi una hora de infructuosos cálculos de probabilidades, se cansó, y recogiéndolo todo se fue a dar una vuelta. Salió de la casa por la puerta de la cocina, que daba al campo, y se puso a andar hacia delante, sin darse cuenta de que las hierbas cada vez eran más altas y más espesas alrededor de sus pantalones.
Hasta que llegó a una pronunciada pendiente, cubierta de espinos, y se paró, más por inercia que por otra cosa, mirando alelado hacia los árboles y arbustos que crecían al final de la pendiente. Se quedó así, adormecido por los cucos que se respondían de rama en rama, por el zumbar de un abejorro que se dedicaba a pasar en vuelo rasante junto a su oreja, por el fresco sonido del riachuelo que oía, pero no podía ver. De pié, los ojos entrecerrados, contemplando la tupida maraña vegetal.
Fue saliendo de esta especie de duermevela hipnótico en el que le había dejado la naturaleza (demasiado tiempo en la ciudad le hace a uno especialmente sensible a sus efluvios), y se dio cuenta de que algo no encajaba.
Lo tenía delante de él, pero no era capaz de verlo. Todavía.
Allá abajo, entre zarzales y tupidas ramas de brezo, se erguía un enorme castaño. Sólo, viejo como el viento del valle, reinando altivo sobre el resto de la vegetación. A su alrededor parecía recortarse la espesa mata de arbustos en una amplia circunferencia.
Una incongruencia vegetal en medio de una hondonada.
Empezó a moverse al borde de la pendiente, buscando un lugar más despejado dónde acercarse. No lo había, así que metió las botas en algunos zarzales, con el consiguiente estropicio en sus pantalones, y en sus piernas, a fin de ver el castaño más de cerca. Buscó todos los puntos de vista posibles. Y al fin lo vio. Piedras, unas sobre otras, dispuestas por la mano del hombre sin lugar a dudas, grises, viejas, lejanas, escondidas. Pero piedras, al fin y al cabo, el vestigio de un muro.
He ahí el porqué del castaño irguiéndose solitario en su círculo. Allí había una casa, y ese árbol le pertenecía. Aunque a juzgar por las apariencias más bien la casa había pasado a pertenecer al bosque.
Echó a andar siguiendo el borde de la pendiente, hasta encontrarse en un camino. Lo siguió, explorando hacia el lado del castaño, deteniéndose a cada paso. Una ligera elevación del terreno..
Se puso de puntillas, y metió la cabeza por entre entre las tupidas ramas de helecho que lo cubrían todo convirtiendo aquella pequeña meseta en una selva para duendes. Por un momento le pasó por la cabeza que en aquel lugar había jabalís, y se estremeció. Era absurdo. Si se encontraba con uno, probablemente el animal huiría mucho más asustado que él mismo. Apartó como pudo las ramas para mirar a un lado y a otro, tenía la cabeza cubierta de hierbajos que se enredaban con su pelo, y se temía, también de simpáticos bichitos montañeses.
Pero vio más piedras. Y encaramándose vio el castaño desde otro punto de vista; allí había una casa, con toda seguridad. Una casa que no estaba en ninguno de los planos antiguos. No ahí.
Volvió al patio de Conchi, y a su pequeño archivo cartográfico; no estaría de más asegurarse. Pero no, no había casa alguna en aquel punto. La única explicación es que fuese más antigua que los mapas del Ayuntamiento.
¿Tenía importancia realmente?
Para él la tenía. En ese mismo momento decidió empezar a trazar un camino entre las altas y espinosas matas para poder llegar hasta la casa. No tenía sentido, pero tenía que hacerlo.
(Continuará...)
Imagen: "Old map" Eaglezen
12:28 a.m. Escuchando: Carmen McRae "Between the Devil and the deep blue sea"
18 comentarios
Turandot -
Moonsa -
Turandot -
Turandot -
En fin, que ya tengo curiosidad por saber cuál es la historia de la casa misteriosa :)
Una besada, lluneta
La Mirada del Angel -
esto se anima....
Moonsa -
Y una cosa, ya lo dije cuando lo empecé, pero os lo recuerdo, porque esto de las entregas se que es una lata :D a mi misma me deja en ascuas en otros blogs. Esta historia va a ser un poquito larga, así que vendrá muy fraccionada, y racionada ;). Gracias por la paciencia y muchos besos :***
Miramar -
Ya lo sabes, te lo han dicho más arriba, pero quiero repetirlo yo también: las palabras se te dan muy bien.
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Gabriela -
un beso Moonsa, felicitaciones , cada dia escribes mejor.
Moonsa -
odyseo yo me escapo siempre que puedo. El otro día cuando volvía de trabajar con el coche me desvié a un riachuelo a mojarme los piés y me sentia como una niña traviesa :D
Bo Peep pues mira que eso incordia eh! (lo de las ortigas)
Marta gracias wapetona, pero no exageres. Es que me recreo con lo que cuento, como si estuviera allí, lo disfruto cuando lo escribo y supongo que eso es lo que tu percibes ;)
Lluís Si hay jabalíes si. Veo que ya has pillado que estoy ambientando esto por aquí cerquita :))) (per cert, no soc l'Esperit Sant XDD però a tu també et trobo per tot arreu)
Lyzzie no si al final conseguiréis que me crea que tengo cierta gracia con esto de las descripciones. Y si me lo creo me pondré insoportable :DDD
khandika gracias por la aclaración. Eso de la coma, ahora ya caigo por que es. Cuando pongo la dirección al poner la "h" ya me sale un desplegable, y parece que como me equivoqué la primera vez, sin darme cuenta cada vez hago click donde no debo. Ahora me fijaré :*
khandika -
Refièrome a lo interesante del hecho en si. La foto. Los personajes perdidos en su tiempo. Lo que han significado. Y he aquì que llegas tu o equis y los trae a internet y les vuelve a dar vida. Y he ahì la interacciòn del pasado y el presente. Claro muy simple todo ello, pero significativo para mi. (A propòsito, siempre dejas una coma en vez de un punto en tu link y se pierde el vìnculo hacia acà... ¿es una huella electrònica de distracciòn acaso?
Lyzzie -
Lluís -
bella historia, espero que no se enrede el tiempo entre tus dedos y que el continuará solo sea una breve espera.
Marta -
Comentario: tienes una capacidad fuera de lo común para percibir todos los detalles que ocurren a nuestro alrededor, el zumbido del abejorro, los cucos, el río... Me ha encantado el castaño, dueño de la casa :p
Sigue por favor...
Bo Peep -
(Moonsa, veo que supiste volver. Si es que estás hecha una mayor!!!)
odyseo -
Besos!!
Corazòn... -
Muy interesante y bonita la historia... estare pendiente de la continuaciòn.
Feliz semanita.
Besos..
Moonsa -
lua -
Me recuerda al bosque enfrente mi casa al que suelo ir a escuchar a las lechuzas ulular (es un sonido que me atrae de manera inconsciente).
Perderse en el bosque, escuchar los sonidos, el olor a hierba, a vegetación, es una de las cosas por las que vivo en el campo :D
Dark kisses